A las doce de la noche del día 19 de julio arranca la Retreta. Se trata de una entrada muy informal donde los festeros desfilan disfrazados.
En ella, ofrecen diversas y muy variadas parodias en las que realizan su particular crítica hacia acontecimientos ocurridos a nivel local, nacional y también internacional durante todo el año.
La calidad de muchos de estos espectáculos es muy alta, y es usual que encontremos coreografías y bailes en los que participan miembros de filás, e incluso comparsas al completo y en el que han empleado mucho tiempo y dedicación para deleitar a un público muy entregado.
A este acto acude un gran número de espectadores que se encuentran de pie, en las sillas y también en las tribunas, a lo largo del recorrido que discurre por la calle Virgen de los Desamparados, calle Colón, Maestro Ramis y Capellán Margall. Algunos de esos espectadores, escogidos al azar, son los encargados de valorar dichas parodias en una carpeta que reparte Junta central para su posterior recuento. Se reparten un total de 10 y se da a conocer el domingo posterior a las fiestas patronales y de moros y cristianos.